miércoles, 2 de mayo de 2012

ACTUALIZACIONES

Cuesta tanto ponerse al día, actualizarse, que, cuando uno lo logra, es otro día. Y otro el juego. Con lo que uno siempre está fuera de juego. Eso sí, actualizándose. No hay actualidad, sino actualización. Lo mismo que no hay objetividad (Heidegger), sino objetivación. Si Aquiles (Parménides) no alcanza a la tortuga, ¿cómo atrapar el instante, que huye con el tiempo? Actualícese. Y mientras tanto, la actualidad será otra. Y lo de menos es que, actualizándonos, nos perdemos la actualidad, que discurre por sí misma en tanto que nosotros discurrimos por las rutas de la actualización. Lo grave es que el acto se me escapa mientras me actualizo. Que para salir al paso de lo que está pasando no me entero de lo que pasa. Hurra.